Aprovecho hoy para escribir este
post, ya que hace poco se presentó CONOB, por parte de JAS Arqueología, una interesante
iniciativa de cara a mejorar la formación de los profesionales de la
Arqueología.
Y entonces me pregunto ¿Cómo está
el sector en relación a este tema?. ¿Estamos al día?.
Naturalmente es una pregunta
retórica. En diversas ocasiones he comentado la falta de formación en áreas
concretas de la profesión. Pero nos servirá para echarle otro vistazo al tema.
Un recién licenciado sale de la
Facultad, con ciertos conocimientos teóricos sobre Pre/Historia, teoría
arqueológica, interpretación y metodología.
Cuando yo lo hice, además había un parte práctica importante: Una sesión
en el patio de la facultad, y una excursión para visitar grabados rupestres,
creo recordar…
No puedo decir que fuese una
formación práctica, ni cercana al trabajo arqueológico. Y mucho menos útil para
entrar en un mercado laboral. Hace mucho que no tengo contacto con la
Universidad, así que espero firmemente que haya mejorado.
Puede que esa formación sea
óptima para perpetuar el sistema universitario, y permita formar excelentes
profesores (Que ya lo dudo…). Sin embargo, está lejos de ser la formación que
un profesional necesita.
En este momento no voy a dudar
(que podría…) de la calidad de la formación recibida, en materias como
historia, epigrafía, numismática, prehistoria, etc… Incluso puedo aceptar como
buenas las materias puramente arqueológicas, cerrando un poco los ojos.
Pero no solo de estas cosas vive
el hombre. Y el arqueólogo que accede a un mercado laboral, mucho menos.
Hagamos una pequeña lista…
Ningún negocio, sea el que sea
vive sin vender, por lo tanto los conocimientos sobre el área comercial y de
marketing, sus técnicas y sus habilidades, son básicos. Pero cada día observo
como hay profesionales que van de la cata al cliente, y que se manejan mal a la
hora de cerrar acuerdos. Invito a cualquiera a realizar un recorrido por las
páginas web del sector. En general es desmoralizante.
De la misma manera cualquier
negocio es un conjunto de entradas y salidas de dinero, por lo que también
hacen falta conocimientos de dirección,
gestión y administración.
La gestión de proyectos es otra de las áreas importantes. Así como ser
capaces de hacer un presupuesto ajustado. En esto las carencias que he observado
son espeluznantes, habida cuenta de que son los procesos que transforman los
ingresos en beneficios.
La tecnología, es otra de las asignaturas pendientes. Usar los
ordenadores para algo más que el procesamiento de textos es básico y
fundamental.
Idiomas. Sí, parece que el inglés no es necesario en un mercado
totalmente nacional. Pero no nos engañemos, es básico. Aunque solo sea para
poder saber que se está haciendo en otros sitios. Ya no digamos, participar en
ello…
Organización y productividad. Cuando menciono esto mucha gente me
mira como pensando “¿Y eso que es?”. Pero la realidad que he observado es que
las empresas y profesionales optimizan muy poco su trabajo y su tiempo. Algo vital cuando eres pequeño.
Es decir, lo que se encuentra en
un MBA (Por cierto que no conozco a ningún arqueólogo con un MBA). Podríamos
seguir, y os animo a ello en los comentarios, porque puede ser interesante. Y
realmente todavía no he mencionado ningún conocimiento relacionado estrictamente con
la Arqueología.
Faltan muchos conocimientos
relacionados con la gestión de un negocio, de cualquier negocio. Evidentemente
en la facultad nadie aprende todas esas cosas (Ojo, ni los arqueólogos, ni los
dentistas, arquitectos, abogados…), pero una vez que nos incorporamos al
mercado de trabajo, desconocerlas es muy peligroso.
Como arqueólogos debiéramos
ponernos las pilas en este sentido y mejorar mucho nuestro nivel en todas estas
áreas (y alguna más).
¿Que opináis?
¿Que opináis?