Llevo un par de meses complicados de trabajo, lo que me ha impedido dedicarle tiempo al blog. Sin embargo, y a pesar de todo hoy tengo que escribir. La escena central del mosaico de la villa romana de Baños de Valdearados, en Burgos ha sido arrancada y robada, en un expolio nocturno.
Este no es un blog de denuncia, no hay posts denunciando expolios o abandonos de yacimientos. Hay muchos en esa línea, y mejores que yo. Pero en esta ocasión sí voy a escribir sobre ello.
Baños de Valdearados es un pueblo de Burgos, con una villa romana, en principio una de las muchas que hay en Castilla. Para mi, sin embargo, tiene un valor especial, porque fue excavada por Jose Luis Argente Oliver, director del Museo Numantino de Soria, y años más tarde por mi.
Jose Luis ya no está entre nosotros, pero estoy seguro de que le dolería esta noticia. Era un tipo de arqueólogo que se comprometía personalmente con cada yacimiento en el que trabajaba. Supongo que es uno de los efectos de la crisis económica, como el robo de tuberías de cobre o de cosechas a punto de recoger.
Se que hay expolios en muchos otros sitios, pero como decía, este tiene un valor personal y especial para mi, y a fin de cuentas, este es mi blog...
En épocas de crisis aumenta el riesgo para el Patrimonio. Riesgo de que se desatienda su conservación y estudio, riesgo de expolio... En esta ocasión el riesgo se ha materializado.
Hoy, unos se lamentan del robo y otros claman por la falta de protección, pero ya da igual, el daño está hecho. Es cierto que no se puede vigilar las 24 h del día cada yacimiento de España, pero no por ello deja de ser menos triste este tipo de sucesos.
jueves, 29 de diciembre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
5 Puntos a mejorar en la profesión
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Foto: Master isolated images |
Bueno, después de publicar la
encuesta y recoger los resultados, ha llegado el momento de analizarlos y
mostrarlos.
A la pregunta de ¿Cuáles son los
5 Puntos a mejorar en la profesión?, ha habido respuestas variadas. Sin entrar
en el detalle de cada una, vemos que la mayoría de las opiniones se agrupan en tres
áreas
Mejora de la profesión:
Se incide en que no hay un
espíritu corporativo, ni un orgullo por la profesión. Los arqueólogos parecen
ser bastante individualistas y poco colaborativos en este aspecto. Se propone
en algún caso la necesidad de organismos como el IfA inglés que generen
estándares de trabajo.
Regulación de la profesión y ética
La mejora de la Profesionalidad,
y La ausencia de ética es un punto que parece interesar mucho. Regular el
sector, castigar la mala praxis de algunos profesionales, establecer criterios
comunes dentro de la Administración, o transparencia en el trabajo
arqueológico, son mejoras recurrentes. La ética hacia el Patrimonio Cultural, y
su respeto, también es un punto citado en este grupo de opiniones.
Mejora de las competencias
Mejorar la formación de los
profesionales, el modo de comunicarnos, estandarización de los procesos, etc…
En las opiniones sobre los puntos
a mejorar proporcionan tanta información las presencias como las ausencias. Es
significativo que nadie o casi nadie mencione como áreas de mejora:
- Las
competencias comerciales, empresariales y de negocio
- La
innovación (Solo una mención)
- La
relación de la Arqueología con la sociedad (Solo una mención)
- La
apertura del colectivo, excesivamente cerrado.
- El uso
de la tecnología
- La
colaboración entre profesionales
¿Las conclusiones?. Que la mejora
está en nuestras manos, individualmente y como colectivo.
Las cosas no mejoran solas. Ni
debemos esperar que sean los demás quienes den los pasos para ello.
Como ejemplo… Este último fin de
semana estuve visitando un yacimiento (de cuyo nombre no quiero acordarme…) en
el que se había hecho una excavación hace menos de 5 años, por una empresa, y
contratada por una fundación, no por una constructora (no tengo nada contra las
constructoras, pero en su objeto social no está la protección del Patrimonio).
8 áreas de excavación, que a día hoy están al aire, sin consolidación,
protección ni tapado. Obviamente el estado de esa excavación es más que
lamentable. Perfiles caídos, muros caídos, deterioro de los suelos hallados,
vegetación, etc…
Obviamente en el contrato no
estaba incluido el tratamiento posterior de la excavación, por lo que la
empresa no lo asumió (me imagino que el presupuesto iría justo), la fundación
no lo pidió, y según parece la Administración no lo exigió. No hubiera costado
demasiado volver a tapar las catas, pero no se hizo, y ahora el estado es
lamentable.
No voy a decir qué debiera
haberse hecho (es fácil criticar a otros cuando no se está en su lugar), pero
entiendo que no debiera haberse llegado a ese extremo.
Queremos una Arqueología de
calidad, una profesión respetable, una ética, una regulación… Todo eso empieza
en nosotros, en nuestros propios actos individuales como profesionales, estemos
donde estemos (En una empresa privada, en la Administración, en una fundación,
o como profesionales independientes).
Seguramente, a los lectores de
este post se les ocurrirán más puntos de mejora, diferentes o complementarios a
los ya mencionados. En los comentarios del blog hay espacio para el debate, que
debiera surgir. Y si no surge, también será muy significativo.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Entender el trabajo que necesita nuestro cliente
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Foto: Scottchan |
Ayer,
leyendo noticias, un enlace me llevó hasta un post antiguo, pero muy actual, de
Javier Megías. Para los que no le conozcan, Javier tiene un Blog (http://www.javiermegias.com), en el que
habla sobre innovación, modelos de negocio, emprendimiento, etc…
El
post en cuestión es el siguiente: ¿Entiendes
el “trabajo” que necesita tu cliente?. Al leerlo, cosa que los recomiendo, algunas
frases me saltaban a los ojos. A fin de cuentas la Arqueología comercial, como
empresa y negocio, se comporta según las leyes del mercado, aunque pensemos que
no tiene nada que ver con otros negocios.
La
idea central del post se basa en entender lo que necesita nuestro cliente, y en
el cambio de perspectiva que supone centrarse en el porque nos compra nuestro cliente, en lugar de en qué nos compra. ¿Cuál es el problema
que quiere resolver nuestro cliente comprando nuestro servicio?.
El
ejemplo que cita sobre la insulina es realmente muy esclarecedor, y se
corresponde muy bien con el trabajo arqueológico actual.
Con
permiso de Javier, cito su texto:
“Si
un mercado comienza a estar saturado
(lo que pasa típicamente en
muchísimos de los actuales negocios, donde nos planteamos que el producto o
servicio se ha “comoditizado” y el cliente cada vez lo quiere más barato y le
importan menos sus mejoras), el pensar así nos permite identificar
nuevas dimensiones sobre las que “hacer palanca”. Estas dimensiones suelen ser
bastante diferentes a las consideradas "básicas", e inciden más en CÓMO se usa el
producto (usabilidad o utilidad).
Uno
de los mejores ejemplos sin duda sucedió en el mercado de la insulina: Hace unos años, los diabéticos
insulino-dependientes se administraban la insulina en unas jeringuillas que
iban en kits (lo que era laborioso e incómodo) y los incrementos en la calidad
de la insulina no eran percibidos como necesarios por la gran mayoría de
clientes (no estaban dispuestos a pagar por un pequeño aumento de la calidad,
ya la consideraban correcta). En este marco la empresa Lily adoptó una visión
más amplia y entendió que el trabajo que necesitaban los clientes era recibir
su "dosis" de insulina con una calidad aceptable pero sobre todo, que
interrumpiese lo menos posible su vida. En consecuencia, se enfocaron en la
usabilidad y en mejorar la "experiencia
del cliente", y diseñaron un bolígrafo (el nombre correcto es
"pluma") desechable, muy sencillo y que permitía administrar la dosis
correcta de insulina en unos segundos, y se hizo con el control del mercado.
No
sé si hace falta más explicación… Está claro que el mercado de la Arqueología ligada
a la construcción sigue ese patrón:
- Mercado saturado. Hay demasiadas
empresas y profesionales, y la mayoría ofrece lo mismo. 273 empresas en 2009-2010,
para un mercado de 32 M €. Datos de Eva Parga-Dans (http://hdl.handle.net/10261/25061;
http://hdl.handle.net/10261/26192).
- El cliente lo quiere cada vez más
barato sin importarle demasiado las mejoras. Es una queja común a todos
los que habitan el sector, y una situación similar a la del ejemplo de la
insulina. De hecho, muy similar. Al cliente no le importa la mejora de la
calidad en el producto. Con que cumpla es suficiente. Y en ambos casos,
esa calidad está controlada por organismos externos (El control de los
medicamentos es fuerte, y en Arqueología, son las Administraciones las que
ejercen esa función).
Conclusión,
este tipo de negocio necesita un cambio. Hay que ofrecerle al cliente algo, una
“experiencia de cliente” diferente, y mejor. Para ello hay que saber que
necesita una empresa, y ofrecérselo ligado a nuestra actividad: ¿Tiene
un plan de Responsabilidad Social Corporativa en el que podamos ayudar?, ¿Podemos
ayudarle en su venta interna/externa del proyecto?, ¿Podemos ayudarle a obtener
beneficios de Marketing y recuperar parte del gasto en Patrimonio que hace?,
¿Podemos implantar un sistema de información online que le permita ver en tiempo
real el avance de la intervención y disponer de informes adecuados (digo
adecuados, no solo técnicos)?.
Las
opciones son múltiples, y no todas valen para todos los clientes, pero 273
empresas (más los autónomos) ofreciendo lo mismo y compitiendo exclusivamente
en precio solo genera que malvivan todos.
¿Este
tipo de valores añadidos van a permitir subir los precios?. ¿El cliente va a
querer pagar más?. La respuesta es clara: No. Por lo tanto, tendremos que ofrecer
más por el mismo precio, así de simple. Y ganar dinero, claro.
Muchos
dirán “eso no es posible, si ahora apenas sobrevivimos… ¿Cómo vamos a dar más
por el mismo dinero y ganar algo?”. Pues sí, se puede:
- Solo puedes dar más por el mismo dinero
si automatizas procesos, o sea ahorras costes sin hacerlo peor. Y eso se
puede hacer en Arqueología, y mucho. Ahí están las Nuevas tecnologías, muy
infrautilizadas en la profesión, y metodologías como la gestión del
conocimiento, ausentes. Y si innovas (Ofreces cosas que otros no hacen).
- Si lo consigues ya estás creando
dos cosas (Ambas fundamentales en cualquier negocio):
- Fidelización de clientes.
- Barreras de entrada para la
competencia.
Previo a todo esto hay un cambio de mentalidad en el sector que hay que
abordar. Pero esa es otra guerra…
lunes, 3 de octubre de 2011
5 puntos a mejorar en la profesión
Bien, una nueva encuesta. Puede ser interesante. Me gustaría luego hacer un post de resumen, dado que pueden salir ideas y opiniones muy diversas, y de diversos sitios. Con eso espero que salga un pequeño retrato de la profesión, en base a como la veis vosotros. La cuestión es citar 5 cosas que sean mejorables en el ejercicio de la Arqueología profesional (comercial o no)
Se admiten cosas mejorables por nosotros, los arqueólogos, o no.
Etiquetas:
Arqueología profesional
miércoles, 28 de septiembre de 2011
¿Que opinas sobre Arqueología 2.0?
Me gustaría tener una idea clara de que os parece el blog, que cosas mejorables tiene, y cuales son los temas de interés que os gustaría encontrar en él. Por ello me he decidido a montar esta pequeña encuesta. Os agradezco de antemano, las respuestas.
Un modelo de gestión del conocimiento
Los modelos de gestión del
conocimiento pueden ser muy diferentes entre sí. Para construir uno debemos
plantearnos antes el enfoque que le vamos a dar:
· Centrado en los procesos
· Centrado en las personas
· Centrado en la tecnología
· Centrado en los procesos
· Centrado en las personas
· Centrado en la tecnología
Y las preguntas que queremos que
responda luego. A fin de cuentas, el conocimiento tiene que ser útil.
Planteamos un modelo construido
en base a capas en las que se introducen datos primarios, que se interrelacionan,
y que van construyendo el conocimiento.
Si nos dedicamos a la Arqueología
comercial, la primera capa que podemos
plantear en nuestro sistema, es la capa de negocio.
Como empresa o profesional, tener
la información del negocio disponible, centralizada y relacionada es
fundamental. En esta capa, herramientas como un CRM son fundamentales.
El CRM (Customer Relationship
Managment) es importante para gestionar toda la información relativa a nuestros
clientes, proveedores, actividad comercial, ofertas emitidas y su estado,
facturación y control económico, contrataciones, etc...
En una segunda capa incluiremos la gestión de las operaciones. Aquí
un sistema de gestión de proyectos, basado en software, nos ayudará a
presupuestar, planificar los proyectos y recursos necesarios, seguir el
desarrollo, emitir informes, controlara la rentabilidad, etc...
El disponer de un sistema de
registro y con el tiempo, de un histórico, es lo que nos permitirá construir
conocimiento del negocio, y responder de forma rápida y sencilla a las
preguntas adecuadas:
·
¿Cómo va mi negocio?¿Cuál es la evolución de mi
facturación?
·
¿Quiénes son mis mejores clientes en términos de
facturación y rentabilidad?
·
¿Cuáles son mis mayores costes?
·
¿Hasta dónde puedo bajar los precios sin perder
dinero?
·
¿Qué es lo que más me piden?
·
Etc...
Otra capa es la relacionada con la información que manejamos a la hora
de realizar trabajos de tipo arqueológico. En esta capa debemos implementar
sistemas de almacenamiento de las tipologías de información que manejemos, y
metodologías específicas. En términos generales:
·
Un sistema de registro y documentación de
intervenciones arqueológicas (En software)
·
Un software de gestión bibliográfica y de citas
·
Aplicaciones de gestión documental
·
Otras según la necesidades…
En esta capa el ahorro de trabajo
y tiempo puede ser crucial. La diferencia entre no utilizar nada, o disponer de
sistemas ágiles e interrelacionados puede suponer cientos de horas de trabajo
(o miles de euros). La clave es la reutilización de trabajo e información.
La siguiente capa es la de conocimiento. En ella utilizando la información procedente de las
anteriores, analizada, sintetizada e interrelacionada, generamos conocimiento.
Normalmente ese conocimiento se expresa en documentos, imágenes, mapas de
conocimiento, archivos multimedia, gráficos, etc... que ayudan a:
·
Conocer: el negocio, el patrimonio, el pasado...
· Tomar decisiones: compro ese software o no, merece la pena la puesta en valor de ese yacimiento, etc...
Y la última capa, la de difusión. Ese conocimiento generado será
difundido, con diferentes grados de complejidad y profundización:
·
A nuestros clientes
·
A la sociedad
·
A nuestros colaboradores
·
A la comunidad científica.
Los medios y herramientas son
variados: Informes, artículos y publicaciones, blogs, nuestra web, folletos y
material didáctico, wikis, las redes sociales...
El contenido procederá de la capa
de conocimiento, reelaborado en muchos casos, para adaptarse al público destinatario.
Implementar un sistema de estas
características no es rápido ni sencillo. Normalmente hace falta ayuda externa,
y tiempo. Decidir que software es el más adecuado, aprender a usarlo, conocer
las metodologías (Comerciales, de gestión de proyectos, etc...), implantar las
rutinas de introducción de datos, flujos de trabajo, emisión de informes,
análisis y toma de decisiones... En empresas de otros sectores, hablamos de uno
a tres años. Pero el resultado es una optimización enorme del trabajo, que
sobre todo permite abordar más proyectos y crecer.
Etiquetas:
Arqueología comercial,
Gestión del conocimiento
lunes, 26 de septiembre de 2011
Releyendo "El Tesoro" de Miguel Delibes

En esos años yo andaba excavando por la provincia de Soria,
y la novela trae a la cabeza algunos perfiles humanos con los que todos nos
hemos encontrado, arrancando más de una sonrisa. E igualmente, retrata la
relación del protagonista con la Arqueología, sus problemas y sus
frustraciones, en las que muchos nos hemos visto reflejados. No en vano Miguel
Delibes es padre de arqueólogo.
Sin embargo, sin
saberlo, o quizá sabiéndolo, el autor pone de manifiesto un problema que
todavía hoy está vigente.
La trama de la novela es algo por lo que muchos hemos
pasado. Llegar a un pueblo a excavar, y ser mal recibidos. En el texto los
miembros de la excavación encuentran carteles de “prohibido hacer escarbaciones”.
Un par de años después, en 1988, a mi me
recibieron con otro que rezaba “Mata arqueólogos”. Ese mal recibimiento, es debido
a la presunción de que los arqueólogos son gente forastera que venimos a llevarnos (robar) algo que es suyo
(En mi caso eran unos ortostatos grabados, de un monumento megalítico,
afectados por una carretera, a los que nadie había prestado mayor atención
hasta que llegamos nosotros, y que de pronto se convirtieron en el símbolo del
pueblo).
En la novela el final es dramático, y en algunos casos, en
la realidad también. Todos conocemos ejemplos de yacimiento destruido poco
antes de la intervención de los arqueólogos (o durante). “Antes lo arrasamos …”
Sin embargo, releyendo la novela, y repasando la experiencia
real… ¿No podía haberse evitado?. ¿No estaba en la mano del arqueólogo el
prevenir lo que luego ocurrió?.
Yo creo que sí. En la novela, y en la realidad también,
falta comunicación. Los arqueólogos llegamos, plantamos delante de quien sea el
permiso de excavación, y a tirar, pese a quien pese y sin explicar nada. Terminamos
la excavación, nos llevamos los hallazgos, que nadie ha visto (los tesoros), y
nos vamos.
Con algo tan sencillo como una reunión con el ayuntamiento,
y un par de ellas con los habitantes, incluyendo a alguno de ellos (como luego
se hace en la novela, aunque ya tarde) como parte del equipo de excavación,
explicando muy claramente que hacemos ahí, y porqué, y enseñando la excavación y
lo que aparece en ella a los que quisieran visitarla, se habría neutralizado el
problema. Habríamos dejado de ser una amenaza.
En la empresa privada se le llama un plan de lanzamiento de
proyecto. Es decir, explicar a todos los interesados en un proyecto, su
alcance, objetivos y circunstancias.
Es algo que echo mucho de menos en Arqueología. Durante cierto
tiempo, cuando era estudiante, estuve en muchas excavaciones, muchos pueblos,
muchas situaciones tensas, y algunos daños al Patrimonio que se podían haber
evitado.
Luego, con el tiempo, entendí que los arqueólogos tenemos también una
responsabilidad, la de evitar, con nuestro comportamiento, daños al Patrimonio.
No somos un agente neutro, todo lo contrario. Nuestro comportamiento y la
relación que establezcamos con la sociedad, y la más inmediata es la sociedad
local cercana al yacimiento, determina la suerte que corre éste. Y el afecto o
desafecto que se crea entre la sociedad y su pasado.
Si alguien no ha leído “El tesoro” desde esa óptica, se lo
recomiendo. Es un ejercicio de reflexión importante.
Etiquetas:
Patrimonio Cultural
viernes, 23 de septiembre de 2011
III Seminario de Tecnología Prehistórica
En el blog Lista de Prehistoria encontramos este anuncio:
III Seminario de Tecnología Prehistórica (7-10 Noviembre 2011), en este caso sobre la talla laminar.
Más información:
http://listadeprehistoria.blogspot.com/2011/09/cursos-congresos-y-conferencias-lista.html
III Seminario de Tecnología Prehistórica (7-10 Noviembre 2011), en este caso sobre la talla laminar.
Más información:
http://listadeprehistoria.blogspot.com/2011/09/cursos-congresos-y-conferencias-lista.html
jueves, 22 de septiembre de 2011
La realidad aumentada

Así, la visita a un yacimiento, suele ser una experiencia frustrante, que no hace más que acentuar la separación entre Arqueología y sociedad. Y ya no digamos, la lectura de un texto, aunque sea "semi divulgativo"
¿Que es la realidad aumentada?. Es una tecnología que mezcla lo real y lo virtual. ¿Alguien recuerda los mensajes en forma de holograma de Star Wars?. Pues algo parecido, salvando las distancias. Todavía es una tecnología incipiente, pero imaginemos un poco..
Estamos de visita en un yacimiento y nos asaltan las dudas. ¿Que son estos muros que estoy viendo? Desenfunda el móvil, enfoca los muros con la
cámara del mismo y, justo encima , en la pantalla, una etiqueta le
ofrece la información que necesitamos y nos muestra una imagen de la reconstrucción de esa casa. A eso se le llama "realidad aumentada", una tecnología
existente desde hace años, pero que ahora ha descubierto su aplicación y utilidad a través de la telefonía 3G y los móviles inteligentes. Los próximos
años apuntan a la realidad aumentada: superponer contenido (texto, vídeos,
animaciones en 3D...) directamente sobre el mundo real.
La popularización
de los smartphones, que incorporan GPS, acelerómetros, brújula y
procesadores cada vez más potentes, está permitiendo a la realidad aumentada
aterrizar en las manos del consumidor a un coste cercano a cero.
Por cierto, ya me fastidia poner la foto con el dinosaurio, porque luego andamos siempre explicando que los arqueólogos no buscamos dinosaurios, pero es que no he encontrado ninguna con algo más relacionado....
Etiquetas:
Arqueología y sociedad,
Patrimonio Cultural,
Software
martes, 20 de septiembre de 2011
La filosofía del blog
Este blog se plantea como un espacio de información, reflexión, y debate sobre cualquier aspecto de la Arqueología, el Patrimonio Cultural y la tecnología aplicada a estas áreas. Inicialmente desde la óptica de alguien vinculado a la Arqueología, más comercial que académica, aunque más por mi trayectoria personal que por otros motivos.
Esto no quiere decir que no sean bienvenido otros enfoques de la disciplina diferentes a los míos, que lo son, y mucho.
Y dentro de la filosofía de la web 2.0, o de la Arqueología 2.0, tampoco se plantea este blog como un púlpito personal, unidireccional desde el cual solo yo emito opiniones. Igualmente acepto sugerencias sobre temas a tocar en los post, que sean de interés.
Como espacio de debate, os animo a dejar comentarios sobre las entradas, sugerencias, vuestras propias reflexiones, etc... Esto enriquecerá el blog, y nos aportará a todos mucho más.
Así que dede aquí, os doy las gracias por las visitas recibidas, y os animo a participar.
Gracias
C
El conocimiento en la Arqueología profesional
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Foto: tungphoto |
Habíamos quedado en que éramos (somos) empresas del conocimiento, y que por lo tanto éste es un valor importante.
De hecho es nuestro valor fundamental. Sin él apenas aportamos nada.
Y tanto si nuestro contratante es una fundación, como una Administración pública, o una empresa privada, promotora de una obra civil (sí, en este caso también), nuestra función es generar conocimiento
Cualquier empresa tiene un valor de mercado, compuesto por la suma de sus valores en diferentes áreas.
1.
Capital
financiero: La capacidad económica de financiar sus operaciones.
2.
Capital Intelectual:
compuesto a su vez por:
·
Capital
humano: Son las capacidades para proporcionar soluciones, de los individuos
de una organización.
·
Dentro de esta categoría se encuentran las
capacidades individuales y colectivas, la experiencia, el conocimiento, las
destrezas y las habilidades especiales de las personas.
·
Capital estructural:
Son las capacidades necesarias para responder a los requerimientos de mercado. Dentro
de esta categoría se encuentra el know-how, el diseño de productos y servicios,
el conocimiento acumulado y su disponibilidad, las metodologías y la cultura
propia de la organización
·
Capital relacional:
Dentro de esta categoría se encuentran las marcas, los clientes y su lealtad,
la reputación de la organización, las relaciones establecidas.
Cualquier
empresa que quiera mantenerse y ser competitiva tiene que fortalecer estas
áreas. Las empresas de Arqueología al ser empresas de servicios del conocimiento
deben cuidar al máximo las que caen dentro del capital intelectual.
¿Cómo se
trabajan y fortalecen éstas áreas?. Mediante la Gestión del Conocimiento.
La GC es
materia a la que en muchas empresas de diferentes sectores han dedicado dinero
y esfuerzos, conscientes de la importancia que tiene para ellos.
Ya estoy
oyendo las críticas… Hombre eso está bien para empresas grandes, con muchos
empleados, pero es que la mía somos tres y contratamos gente según el trabajo
que tenemos. Eso no es para nosotros.
Pues sí, también es para las empresas pequeñas.
El trabajo arqueológico es en gran medida conocimiento. Se generan ofertas, datos
en las intervenciones, informes, documentos, fichas, planos, imágenes, etc…, y todo
esto debe convertirse en conocimiento útil (algo que no siempre ocurre):
·
Para la empresa:
Para optimizar procesos, y metodologías, aprender, conocer su mercado, formar a
sus miembros (sobre todo a esos que se incorporan cuando hay trabajo).
·
Para
reutilizar: En proyectos posteriores.
·
Para
generar conocimiento sobre el pasado: Y no solo datos e informes
descriptivos de intervención.
·
Para
tomar decisiones en la gestión del patrimonio: De inversión, conservación,
gestión, puesta en valor, etc…
·
Para la
sociedad: A través de la difusión de ese conocimiento, adaptado.
De nuevo oigo
las voces… “Es que eso es caro y nosotros somos una empresa pequeña…”. En
absoluto, de hecho, muchas herramientas son gratuitas. Es más importante
disponer de un buen modelo conceptual.
En sucesivos
post hablaré de modelos, detallando un poco más, pero en esencia, se trata de crear,
capturar, gestionar e interrelacionar informaciones que se generan en las diferentes
capas en las que trabajamos. Esa interrelación y las preguntas que nosotros le
hagamos al sistema, crearán conocimiento.
Implantar en
las empresas y profesionales de la Arqueología y Gestión del Patrimonio, modelos
y sistemas de gestión del conocimiento es la base para optimizar el trabajo, y
crecer como profesionales.
Sin esto nunca
saldremos de la competitividad basada en precios bajos.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Creación de modelos de negocio en Arqueología
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Foto: nokhoog_buchachon |
¿Qué es un modelo de
negocio?. Bueno, una definición, sacada
de la Wikipedia, dice que “Un modelo de negocio es el mecanismo por el cual un
negocio trata de generar ingresos y beneficios”. Es decir, se trata de definir de
dónde sale el dinero.
Así pues crear un modelo de
negocio consiste en convertir una idea (una buena idea, que no es fácil) en un
sistema que genere ingresos y beneficios para nosotros. ¿Y eso, como se hace?
Bueno, partimos de que la idea es
buena, es decir, que puede aportar valor a nuestros clientes. Para los efectos,
supongamos que la idea es la siguiente:
Se me ocurre, como ejemplo de idea
de negocio, un servicio de jornadas arqueológicas guiadas, donde un arqueólogo
hace visitas guiadas a yacimientos, con grupos de visitantes extranjeros, y
tras la visita hay una serie de actividades didácticas relacionadas con ese yacimiento y con la Arqueología en
general.
Bien, esa es la idea, ahora hay
que convertirla en dinero. No vamos a inventar nada, para ello hay metodologías.
Una de mis preferidas es el modelo Canvas, desarrollado por Alexander
Ostenwalder, que describe de manera lógica la forma en que las organizaciones
crean, entregan y capturan valor para sus clientes.
Este modelo se expresa como un
diagrama (canvas) de 9 bloques en los que se analizan, con un enfoque
sistémico, todos los aspectos del negocio a emprender.
El modelo analiza la proposición
de valor, las actividades y recursos clave que necesitamos para llevarla a
cabo, los socios y proveedores clave que necesitaré, la estructura de costes en
los que incurriré, quienes van a ser mis clientes, que relación voy a tener con
ellos, que canales de acceso a ellos voy a tener, y de donde van a venir los
ingresos.
En http://www.businessmodelgeneration.com/canvas
podéis descargaros una plantilla del diagrama en inglés, además de otros
artículos y herramientas, y aquí
en español. Y en la Wikipedia
podemos encontrar un resumen bastante bueno sobre cada uno de los 9 bloques.
Vayamos por partes con nuestro
ejemplo:
Propuesta de valor:
Es lo que nosotros nos proponemos
hacer para proporcionar valor. En este caso, dar un servicio especializado de
guías en yacimiento, con un programa posterior de conferencia, actividades
didácticas en las que participe el visitante, muestra de fabricación de objetos
arqueológicos, entrega de cuadernillos de actividades didácticas a los niños, y
folleto explicativo a los adultos y refrigerio
posterior. Todo ello en idiomas español, inglés y francés.
Esta podría ser nuestra propuesta
de valora sucintamente expresada
Actividades clave:
¿Cuál sería el listado de
actividades a lleva a cabo para poner en marcha esto?:
- Seleccionar a los arqueólogos (con conocimientos de idiomas)
- Elegir que yacimientos sería objeto del servicio
- Preparar los materiales didácticos y las conferencias
- Comprar materiales logísticos (sillas, mesas…)
- Etc…
¿Qué actividades haremos nosotros
y cuáles subcontrataremos?
Recursos Clave:
Por ejemplo:
- Los arqueólogos
- El material logístico
- El material didáctico
- El transporte de todo ello
- Ordenadores (si se van a usar)
- Etc…
¿Quien los pone? ¿Se compran, se
alquilan?
Socios/proveedores Clave:
¿Cuáles van a ser los socios o
proveedores de los que dependeremos? ¿Cómo negociaremos con ellos?
En este caso podría ser la Empresa
de catering (que nos proporcione el refrigerio) y la empresa que nos alquila la
carpa para las actividades, por ejemplo.
Estructura de costes
¿Cuánto cuesta todo esto?. Costes
fijos de montaje, costes por uso, costes de operación (derivados de cada
visita, como el catering)
¿Vamos a pagar esos costes, o a
financiarlos?. ¿Alquilaremos cosas? ¿Utilizaremos empleados contratados o
freelancers? ¿El pago será fijo o a comisión?, etc…
Esta parte es fundamental, ya que
el establecimiento de una estructura de costes adecuada tendrá dos efectos:
fijará el límite inferior del precio del servicio y hará viable o no, rentable
o no el negocio.
Segmentación de clientes
Bien ¿Quiénes serán nuestros
clientes? ¿Para quién creamos valor?. Tendremos que decidir a quién nos
dirigimos:
- Público final
- Agencias de viajes
- Museos
- Asociaciones de la tercera edad
- Empresas privadas de gran tamaño
- Etc…
Relación con los clientes
Vamos a ser simplemente
proveedores? ¿Con algún tipo de cliente
podremos establecer una relación a largo plazo? (Por ejemplo con
contratos anuales de guías para Museos).
Canales de acceso
Dependiendo de quién sea nuestro
cliente, accederemos a él de una manera u otra.
¿Cómo nos vamos a dar a conocer?.
Internet, mailing, material promocional físico…
¿Solo en España, o nos
promocionaremos también en otros países para captar grupos de visitantes en el
origen?
Fuente de ingresos
¿De dónde van a venir los
ingresos?¿Cuáles van a ser nuestras tarifas?¿Fijas por grupo o por visitante
individual?¿Habrá descuentos a niños y tercera edad?¿Qué mecanismos habrá para
el pago?,¿Cuántos ingresos necesitamos para cubrir gastos? etc…
Es decir, hay que hacer un análisis de detalle. Esta es la forma de crear un
modelo de negocio, en cualquier sector económico, Arqueología incluida.
Bien ya tenemos nuestro modelo de
negocio definido: Sabemos qué hacemos, de dónde van a venir los ingresos, y los
gastos, cuál va a ser nuestro beneficio…
Tras este análisis, una de las
cosas que veremos con mayor claridad es si es viable o no (que haya tenido una idea genial no significa que se pueda convertir en un negocio), la cantidad de
inversión para llevarlo a cabo, cuando recuperaremos esa inversión, cuantos
clientes necesitamos para ello, etc… todos datos clave para cualquier empresa.
Si la decisión es que seguimos
adelante, entonces el siguiente paso es establecer un plan de negocio y comercial,
para promocionar este modelo, y ver si hay clientes interesados en nuestro
servicio.
Pero esa ya es otra batalla…
lunes, 12 de septiembre de 2011
¿Somos empresas del conocimiento?
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Foto: Tungphoto |
¿A qué se dedica la Arqueología comercial?. Vale, sí, es una
pregunta retórica, pero no está de más analizarla.
La Arqueología comercial nace como un servicio, y
prácticamente, continúa así. Pocos han dado el salto a crear productos,
entendidos como servicios estandarizados y paquetizados.
Y dado que, en términos generales no fabricamos objetos
físicos, el producto de nuestro trabajo acaba siendo conocimiento, expresado de
diversas formas (mapas, informes, dibujos, fotografías, etc…).
Nuestros clientes nos pagan (aunque no lo sepan) por generar
conocimiento. La Arqueología comercial
está basada en el concepto de que “el que contamina, paga” ¿Y que paga?. Paga
el estudio de lo que va a afectar, de modo que su actuación constructiva/destructiva
se compense con el estudio de ese patrimonio. Es decir, que no se pierda ese
conocimiento por su acción. Y paga por en análisis de las medidas a tomar con
ese patrimonio. Y si eso fuera un pago voluntario, entonces pocos promotores
pagarían. Por ello la legislación obliga a esos señores a pagar.
Claro que el cliente promotor solo ve el obstáculo
administrativo que se libera al sufragar la intervención arqueológica. Vale,
pero el arqueólogo no puede tener esa visión tan limitada. Puede que el
paciente no vea la complejidad de la operación, pero el cirujano está obligado
a verla.
Es decir, que no nos
pagan para liberar un trámite administrativo, sino para generar conocimiento
sobre un pasado que va a ser afectado por una obra civil. Al promotor le
puede dar igual, pero eso es lo que él está pagando.
El otro caso más habitual es cuando la Administración, bajo
el criterio “conocer para poder proteger”, encarga trabajos. Ahí la cosa está
clara. De nuevo, nos pagan por generar conocimiento.
Si no generamos ese conocimiento,
no estamos haciendo nada útil. Debemos tener claro porque nos pagan, y qué
somos: somos empresas del conocimiento.
Nuestra razón de ser es generar conocimiento (Ojo, conocimiento y no solo información.
Y tan conocimiento es la excavación, como las medidas de corrección de impacto
o las propuestas de puesta en valor de un sitio).
Y si somos empresas del conocimiento, ¿porque no nos
comportamos como tales? ¿Por qué seguimos modelos de organización y trabajo arcaicos?
Necesitamos migrar hacia modelos nuevos de organización y de
trabajo. Modelos basados en la gestión del conocimiento, en optimización y
automatización del trabajo, en productividad, en innovación, en aprovechamiento
de la web, etc…
¿Cuantos arqueólogos usan sistemas de gestión documental,
CRMs, sistemas integrados de registro y documentación, tienen área de I+D, usan
metodologías de gestión de proyectos, control de rentabilidad, sistemas de
comunicación web, etc…?. Y no es cuestión de dinero. Muchas de esas herramientas son gratuitas o de bajo coste.
Yo todavía conozco a gente haciendo gran parte del trabajo en
Word… Y pensando que su trabajo es excelente, solo por haberle dedicado
cuatrocientas horas.
Es posible que dentro de un tiempo, esos modelos nuevos
permitan, a quienes los adopten, ser competitivos, más que quienes no lo han
hecho. En otros sectores igual de jóvenes que la Arqueología comercial, como las
TI, ya no se conciben otras formas de trabajar y organizarse.
viernes, 9 de septiembre de 2011
La creación de valor en Arqueología comercial
Tras un interesante debate en Facebook, llegamos la conclusión de que la Arqueología tiene que proporcionar valor a sus clientes, como cualquier otra actividad (económica o no)
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Fotografía: África |
Por lo tanto, ¿cómo podemos, desde la Arqueología comercial, generar valor para nuestros clientes?.
Bueno, pues ahí va la primera… Es imposible generar valor para un cliente, del cual no conoces sus necesidades. Primera norma entonces… Conocer a nuestro cliente, y saber que necesita. Eso es básico. Sí, un promotor necesita desbloquear el trámite administrativo que le impide continuar su obra. Hasta ahí, vale, pero siempre hay más. Nuestro cliente, el que nos compra, también tiene un jefe, que le demanda información sobre cómo van las cosas. Entonces, puede que un reporte diario con una estimación de fechas de finalización, tenga valor para él. O bien, si es una empresa grande, que tiene un plan de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) que cumplir, puede que valore más nuestra ayuda en esa área. Si nuestro cliente es una fundación, puede que tenga valor para él, llevar un blog en tiempo real, de la intervención, o la redacción de textos sobre el trabajo, que puede utilizar como herramientas de marketing. Si es una empresa pequeña, que nunca ha tenido que lidiar con estos temas, y se siente insegura, puede que una labor nuestra de asesoría y consultoría sea valiosa para él.
Pero lo fundamental es que el valor no lo decidimos nosotros, por lo que no debemos dejarnos engañar con la trampa de presuponer valor a cosas que no lo tienen para nuestro cliente (he hecho un trabajo enorme con el estudio histórico del sitio, y además he dibujado todo el material lítico). Esto es algo muy común en Arqueología. Y que lo que vale para uno, no vale para otro.
Porque además, el valor es, en gran medida, una percepción del cliente. Sobre todo cuando se venden servicios, como en Arqueología. Ninguna ventaja es ventaja, si no se percibe como tal.
Para esto, una correcta labor comercial y de preventa son fundamentales. Si la preventa es un documento copia/pega de otro estándar, y con el precio en la última página, entonces vamos mal. Hay que mostrar el valor al cliente, y hacer que lo perciba.
En primera instancia, el cliente privado acude a nosotros porque tiene un problema que resolver. A partir de ahí hay varias opciones:
· Solo se lo resolvemos. Ok, pero entonces querrá que le salga lo más barato posible.
· Se lo resolvemos, y generamos buen feeling con él. Bueno, puede que no todos se vayan al precio más barato.
· Se lo resolvemos, generamos confianza y buen feeling y le damos un valor extra que no le dan otros. Entonces la competencia no solo se basará en el precio.
Competir es eso. Aprender que necesitan o podrían necesitar (la necesidad también se crea) nuestros clientes y buscar la forma más rentable para ambos de proporcionárselo. Y luego ofrecérselo. Y ganar dinero en el proceso. Y fidelizar al cliente para que repita con nosotros. Y volver a empezar, porque las necesidades de los clientes cambian, y con ellas, su percepción del valor.
Todo eso es Customer Relationship Management (Gestión de la relación con los clientes), una faceta de la gestión comercial que debemos desarrollar en la Arqueología comercial.
Una de las ventajas del valor es que funciona como barrera para la competencia. Y entonces, el juego ya ha cambiado, ya no hablamos solo del precio.
Y como añadimos valor… Bueno, eso es fácil. Solo hay tres formas de aportar valor:
- Añadir beneficios
- Reducir costes
- Combinar ambas opciones
¿Y dónde podemos añadir valor?:
- En el producto y/o servicio: Hagamos una lista de todos los beneficios (reales para nuestro cliente) que ofrece nuestro servicio. Tecnología, innovaciones, reducción de costes, o de plazos…
- En el cliente: Hagamos una lista de todos los beneficios que aportamos en la gestión del cliente. Por ejemplo, será un beneficio real para nuestro cliente, que estemos en la misma ciudad que él, lo que facilitará mucho la comunicación y trabajo conjunto. O que entendamos los procesos de su organización, o que ofrezcamos condiciones ventajosas a la hora de facturar, o que fundamentemos nuestras propuestas.
- Respecto a la competencia: Hagamos una lista de los puntos de diferenciación con la competencia (y que puedan suponer un beneficio para el cliente). No es un punto de diferenciación que los miembros de nuestra empresa sean doctores, pero sí que sea una de las pocas empresas del sector que utiliza medios informáticos para agilizar el trabajo y finalizar antes.
Y hagamos ver todos esos beneficios a nuestro cliente. Esto es fundamental.
Y la pregunta del millón… ¿Con todo esto puedo subir los precios?¿me aceptarán presupuestos más altos?
La respuesta es NO.
Al menos no inicialmente, sobre todo en el mercado viciado que tenemos en la actualidad. Algunos clientes pueden pagar un poco más por ese valor, otros no inicialmente (a fin de cuentas es un servicio, y el valor de un servicio se mide al finalizar, o sea, que hay que fiarse). Me temo que no hay soluciones milagrosas. Pero ese valor, si conseguimos tangibilizarlo nos proporcionará tres cosas:
- La confianza del cliente.
- La ventaja competitiva.
- Una cierta fidelización del cliente
Que no es poco…
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