martes, 31 de enero de 2012

¿Crisis de la Arqueología o crisis de los arqueólogos?


No, no es una pregunta retórica. Y sí, creo que es importante hacer esa diferenciación.

Creo que existe una crisis de la Arqueología y otra de los arqueólogos, con orígenes y causas diferentes, aunque interrelacionadas. Y, por tanto con tratamientos y soluciones diferentes.

Tendemos a identificar los problemas de los arqueólogos con los problemas de la Arqueología, y no siempre es así. Unos afectan a los otros, pero es interesante analizar las diferencias.

No soy el primero que dice que la Arqueología, como disciplina, está en crisis, y que las causas de ésta son variadas. Quizá uno de los autores que mejor la analiza es Felipe Criado Boado.  En sus últimas publicaciones lo hace con una claridad de ideas interesante. Recomiendo enormemente su lectura.

Esto se expresa en una Arqueología, basada en descripciones, tipologías, poca producción de conocimiento sobre el pasado, textos pseudocientíficos con lenguaje incomprensible para los no iniciados, escasa publicación (lo que algunos autores han llamado "secuestro de la información")aislamiento de la sociedad, poca difusión (mejor dicho, poro interés en la difusión)...

Falla el método, me temo. Y si descendemos un peldaño y vamos al sistema de registro, descubriremos registros pobres, con sistemas copiados, utilización escasa de las tecnologías de la información, pérdida de información arqueológica, y poco análisis de la que se obtiene.
Esa crisis estructural no depende del mercado de trabajo de los profesionales, pero sí tiene como consecuencia la emisión de profesionales menos cualificados de lo necesario en algunos aspectos. Y lo más importante, esa crisis es producida por unos conceptos, que se van quedando obsoletos, y que no se están renovando, al menos no a velocidad suficiente.

Que los arqueólogos están en crisis… Ese es otro problema. El problema de intentar vivir de la Arqueología en cualquiera de sus salidas profesionales (Universidad, Museos, Administración, Arqueología comercial), cada vez más complicadas.

Obsérvese que de las mencionadas solo una, la que peor situación presenta hoy día, no es de tipo funcionarial. Y esto me lleva a plantarme que los arqueólogos no están preparados (hablo en términos generales) para “buscarse la vida” en un mercado libre (Independientemente de que ese mercado libre también haya colapsado). Las causas ya las hemos examinado en repetidas ocasiones y posts anteriores:
·         Ausencia de formación empresarial y tecnológica
·         Endogamia en el mercado
·         Modelo de negocio de una sola via…
·         Baja productividad
·         Etc…

 Ambas crisis están ahí. Y la solución no creo que sea la recuperación económica general del país. En estas cosas, la bonanza económica juega un papel anestésico. Cuando hay dinero y trabajo suficientes, se aplazan las decisiones difíciles o incómodas. “Sí, sí, habría que replantearse el modelo de negocio vinculado a la construcción, pero  ahora no tengo tiempo, tengo un montón de trabajos pendientes…”.

Si algo bueno tienen estos tiempos es que van a ayudar a convertir la grasa en músculo. Y eso es algo que tanto la Arqueología como disciplina, como la profesional (comercial) necesitan.

11 comentarios:

  1. Y no se puede vivir de esto entre otras cosas porque la administración no nos deja. "Digamos una sola dirección en Andalucía" ETC........

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  2. Como dicen algunos crisis económica y crisis moral.
    Referente a la Arqueología diría lo mismo.
    Crisis moral y crisis económico.
    La arqueología no supo gestionar el empuje de estos últimos años. No supo hacerse respectar por los diversos agentes económicos que rodean la disciplina.
    Jean-Louis Sztarker

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  3. Sí, los arqueólogos siempre hemos sido más individualistas que asociacionistas, por lo que nunca hemos sido capaces de unirnos en el desarrollo y defensa de una profesión. De hecho, la dicotomía entre Arqueología de investigación y de gestión, muestra que ni siquiera todos los arqueólogos creen que pueda existir una Arqueología profesional (comercial). Y esa dicotomía ni siquiera está superada hoy. Hace unos meses todavía oía yo en un congreso discutir acerca del tema.

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  4. Falta de escrúpulos entre los profesionales, ausencia de respeto de la propiedad intelectual entre investigadores,..., y encima con los paleontólogos, de las pocas profesiones que gracias a competencias desleales y a tirar los precios, bajo en ingresos durante la bonanza económica...

    Muchas dudas y pocas respuestas, me temo.

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    1. Creo que la situación es compleja, y que no hay solo un motivo de nuestra crisis. Son muchos y en distintos ámbitos. Ya es dificl para empresas más tradicionales o asentadas, si además añadimos nuestros problemas específicos...
      Lo importante es ¿Que vamos a hacer para salir adelante?. como dice un amigo, yo no soy culpable de que llueva, pero sí de mojarme...

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  5. Como se expone y se siente, la situación es muy complicada. Como arqueóloga creyente(más que practicante), he tenido que innovar en mí misma para no morir de hambre, pero por otra parte, me he dado cuenta que el individualismo y la competitividad extrema que envuelve la profesión es contraproducente. En otros ámbitos, están desarrollándose espacios donde se comparte el conocimiento, donde el secretismo no existe y la transparencia es un valor muy fuerte. ¿Por qué no puede ocurrir esto en la Arqueología?, ¿por qué no existen espacios en los que se creen sinergias, se comparta dicho conocimiento y se apoyen unos a otros sin echarse tierra encima?
    Por supuesto el gobierno y los recortes no ayudan, es otro de puntos críticos.
    Es una situación complicada, sí, pero la mente cerrada tampoco impulsará el cambio.
    Pilar

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    1. Gracias por tu cometario, Pilar. Muy acertado, además. ¿Por que no colaboramos entre nosotros?. En mi opionión, porque no nos han enseñado. Todos hemos estudiado en la Universidad, donde el modelo arqueológico es el investigador, basado en la competencia en el conocimiento y las publicaciones. Conclusión... no se comparte el conocimiento, a pesar de que, paradójicamente, la Universidad esté para eso. Y de ahí pasamos a un entorno de mercado, donde se compite, erroneamente, con los mismos parámetros.
      El cambio parte de nosotros, pero aun está lejano. Yo contacto con bastantes arqueólogos y empresas, intentando promover cambios en las formas de trabajar, mejoras de la productividad, más uso de las TI, etc... y la respuesta es, en más casos de los que me gustaría, muy cerrada. Tanto que en ocasiones ni responden a los mails, rayando en la falta de educación. En otros sectores esto es, sencillamente, impensable.
      Efectivamente, la situación es complicada, pero para todos, no solo para los arqueólogos. Sin embargo, a pesar de que llevamos ya tres años de crisis fuerte, todavía no he visto respuesta por parte de los arqueólogos. Solo quejas. No parece que sepamos como generar valor con nuestro trabajo...

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  6. Muy atinados tus comentarios. Efectivamente hay un montón de "vicios" adquiridos y pocas ganas de cambiarlos.

    Me quedo con uno, que creo que está en la raíz del problema. En los momentos de bonanza, en lugar de alcanzar una situación profesional razonable, se degradaron las condiciones profesionales. Empezando por las condiciones económicas, que arrastró muchas más cosas en efecto dominó. Muchos profesionales de la construcción cuidaron mucho la cuestión de sus precios y su consideración como profesionales, porque era en beneficio de cada uno. Mientras tanto los arqueólogos hacíamos una guerra de precios suicida, pensando en hoy, más que mañana y muchas veces restando importancia a lo que tenemos entre manos.

    Y efectos están ahí, que describís mucho mejor que yo.

    Creo que siempre estamos a tiempo de cambiar las cosas, y además está en nuestra mano. Si hemos visto que nuestra política profesional ha sido suicida, es que llega el momento de cambiar las cosas. Cambiar y comportarnos como profesionales y no como becarios celosos, porque muchos no han(o hemos) llegado a superar los tiempos de estudiantes universitarios.

    Es el momento de cuidar de nuestra profesión, que a muchos nos ha dado de comer, de cuidarla para el futuro y no es el momento de pensar en hacer "lo que sea para salir del paso".

    Entiendo que es difícil, sobre todo con la situación actual. Pero la historia está llena de paradojas, y ahora se necesita una paradoja que dé futuro a la arqueología profesional.

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    1. Sí, no va a ser fácil. Yo personalmente creo que aún no es tarde, pero también que llegará un momento en que sí lo será. Quiero decir que no tenemos todo el tiempo del mundo, que hay que ponerse las pilas ya. Tengamos en cuenta que un hecho legislativo hizo nacer la Arqueología comercial, y que si no funciona, quizá otro la haga desaparecer definitivamente.
      Y en eso, echo de menos una conciencia colectiva de la necesidad de ese cambio. Creo que no somos muchos los que pensamos que es necesario. Creo que en general se espera que pase la crisis y todo vuelva a ser como antes, cosa que no va a ocurrir. Y tsmbién echo de menos alguien (movimiento, colectivo o institución) que lidere ese cambio. Ese liderazgo es imprescindible, dada la escasa unidad del colectivo.
      Otra cosa es que nos dejemos liderar...

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  7. Muy acertado el post y muy acertadas las reflexiones y comentarios. Creo que, aparte del sentido de gremio, a los arqueólogos nos faltan ganas de arriesgar un poco. Cuando había trabajo nadie (o casi) se movía porque lo había. Ahora nadie se mueve porque el que lo haga se va a la calle, o eso cree. Estamos aun, como sector, en pañales y no hay señales de mejora.

    Y si no difundimos nuestro trabajo estaremos cada vez peor.

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    1. Tienes razón en lo de que nos faltan muchas cosas. Yo echo de menos tantas... Y es cierto lo que comentas. Hace años yo hablaba con alguna empresa, con el planteamiento de intentar desarrollarla, para momentos en los que vengan peor dadas (Era la época en la que en Madid no había arqueólogos disponibles), y la respuesta era: "Buf, si no damos abasto. Así estamos estupendamente". Ahora han venido mal dadas, y hoy esa empresa está en concurso de acreedores.
      El sector está mal, pero tampoco se deja ayudar. Creo que ese es el peor mal.

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