viernes, 9 de septiembre de 2011

La creación de valor en Arqueología comercial


Fotografía: África
Tras un interesante debate en Facebook, llegamos la conclusión de que la Arqueología tiene que proporcionar valor a sus clientes, como cualquier otra actividad (económica o no)

Por lo tanto, ¿cómo podemos, desde la Arqueología comercial, generar valor para nuestros clientes?.

Bueno, pues ahí va la primera… Es imposible generar valor para un cliente, del cual no conoces sus necesidades. Primera norma entonces… Conocer a nuestro cliente, y saber que necesita. Eso es básico. Sí, un promotor necesita desbloquear el trámite administrativo que le impide continuar su obra. Hasta ahí, vale, pero siempre hay más. Nuestro cliente, el que nos compra, también tiene un jefe, que le demanda información sobre cómo van las cosas. Entonces, puede que un reporte diario con una estimación de fechas de finalización, tenga valor para él. O bien, si es una empresa grande, que tiene un plan de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) que cumplir, puede que valore más nuestra ayuda en esa área.  Si nuestro cliente es una fundación, puede que tenga valor para él, llevar un blog en tiempo real, de la intervención, o la redacción de textos sobre el trabajo, que puede utilizar como herramientas de marketing. Si es  una empresa pequeña, que nunca ha tenido que lidiar con estos temas, y se siente insegura, puede que una labor nuestra de asesoría y consultoría sea valiosa para él.

Pero lo fundamental es que el valor no lo decidimos nosotros, por lo que no debemos dejarnos engañar con la trampa de presuponer valor a cosas que no lo tienen para nuestro cliente (he hecho un trabajo enorme con el estudio histórico del sitio, y además he dibujado todo el material lítico). Esto es algo muy común en Arqueología. Y que lo que vale para uno, no vale para otro.

Porque además, el valor es, en gran medida, una percepción del cliente. Sobre todo cuando se venden servicios, como en Arqueología. Ninguna ventaja es ventaja, si no se percibe como tal.

Para esto, una correcta labor comercial y de preventa son fundamentales. Si la preventa es un documento copia/pega de otro estándar, y con el precio en la última página, entonces vamos mal. Hay que mostrar el valor al cliente, y hacer que lo perciba.

En primera instancia, el cliente privado acude a nosotros porque tiene un problema que resolver. A partir de ahí hay varias opciones:

·         Solo se lo resolvemos. Ok, pero entonces querrá que le salga lo más barato posible.

·         Se lo resolvemos, y generamos buen feeling con él. Bueno, puede que no todos se vayan al precio más barato.

·         Se lo resolvemos, generamos confianza y buen feeling y le damos un valor extra que no le dan otros. Entonces la competencia no solo se basará en el precio.

Competir es eso. Aprender que necesitan o podrían necesitar (la necesidad también se crea) nuestros clientes y buscar la forma más rentable para ambos de proporcionárselo. Y luego ofrecérselo. Y ganar dinero en el proceso. Y fidelizar al cliente para que repita con nosotros. Y volver a empezar, porque las necesidades de los clientes cambian, y con ellas, su percepción del valor.

Todo eso es Customer Relationship Management (Gestión de la relación con los clientes), una faceta de la gestión comercial que debemos desarrollar en la Arqueología comercial.

Una de las ventajas del valor es que funciona como barrera para la competencia. Y entonces, el juego ya ha cambiado, ya no hablamos solo del precio.

Y como añadimos valor… Bueno, eso es fácil. Solo hay tres formas de aportar valor:
  • Añadir beneficios
  • Reducir costes
  • Combinar ambas opciones

¿Y dónde podemos añadir valor?:

  • En el producto y/o servicio: Hagamos una lista de todos los beneficios (reales para nuestro cliente) que ofrece nuestro servicio. Tecnología, innovaciones, reducción de costes, o de plazos…
  • En el cliente: Hagamos una lista de todos los beneficios que aportamos en la gestión del cliente. Por ejemplo, será un beneficio real para nuestro cliente, que estemos en la misma ciudad que él, lo que facilitará mucho la comunicación y trabajo conjunto. O que entendamos los procesos de su organización, o que ofrezcamos condiciones ventajosas a la hora de facturar, o que fundamentemos nuestras propuestas.
  • Respecto a la competencia: Hagamos una lista de los puntos de diferenciación con la competencia (y que puedan suponer un beneficio para el cliente). No es un punto de diferenciación que los miembros de nuestra empresa sean doctores, pero sí que sea una de las pocas empresas del sector que utiliza medios informáticos para agilizar el trabajo y finalizar antes.

Y hagamos ver todos esos beneficios a nuestro cliente. Esto es fundamental.

Y la pregunta del millón… ¿Con todo esto puedo subir los precios?¿me aceptarán presupuestos más altos?

La respuesta es NO.

Al menos no inicialmente, sobre todo en el mercado viciado que tenemos en la actualidad. Algunos clientes pueden pagar un poco más por ese valor, otros no inicialmente (a fin de cuentas es un servicio, y el valor de un servicio se mide al finalizar, o sea, que hay que fiarse). Me temo que no hay soluciones milagrosas. Pero ese valor, si conseguimos tangibilizarlo nos proporcionará tres cosas:

  • La confianza del cliente.
  • La ventaja competitiva.
  • Una cierta fidelización del cliente

Que no es poco…

2 comentarios:

  1. Hola Cesar,
    Hoy te voy a contestar aquí que como bloggero muchas veces lo echo de menos mientras todo el mundo anda en Facebook.
    Estoy totalmente de acuerdo con lo que propones y de hecho, las pocas veces que he concurrido a campo (porque me lo han pedido), mis ofertas han ido en esa linea:
    -Comunicación, con el cliente y con el público en diferentes modos a la carta y sin coste.
    -Calidad en la investigación y en el trabajo, con un coste añadido que simplemente consiste en presupuestarlo todo y explicar cuánto, cómo y por qué (comunicación y ese buen feeling del que hablas).
    -Efectividad, buscando una forma de planificar las obras que permita en todo momento continuar los trabajos sin 'estorbar' demasiado y optimizando recursos (es mi especialidad).
    Obviamente el precio termina subiendo un poco y hasta ahora he tenido dos experiencias muy distintas:
    1. Tres días después, un presupuesto un 60% más barato me quita del medio.
    2. He conseguido fidelizar al cliente, pero en la licitación a la que concurrimos otra empresa ha ganado el concurso por una diferencia cercana al precio que sé que ha dado la de arqueología respecto a mi (en torno al 40%).
    --
    Con esto quiero decir que mientras haya empresas de arqueología a las que no le importa la arqueología y promotores/constructores que depredan por precios, estabilizar un mercado de calidad y con valores añadidos es imposible. Siempre va a ganar el más barato y más barato suele ser equivalente de relaciones laborales injustas y una baja calidad en el trabajo.
    Yo personalmente me he hartado de hacer todo lo que planteas, entre otras cosas porque es mi tema de investigación, y he visto algunas oportunidades e ideas que no tienen aplicación real a día de hoy. Por una razón muy sencilla y es que hay dos aspectos éticos por los que no voy a pasar:
    -Salarios: No estoy dispuesto a pagar 735€ (sueldo real) a un técnico, ni me parece que 900€ sea el precio indicado por dignidad profesional.
    -Trabajo: No estoy dispuesto a faltar a mi responsabilidad investigadora para con el patrimonio. Mi trabajo es estudiar, proteger y divulgar. Si una de esas tres patas se cae, estoy haciendo otra cosa.
    Y lo que es un hecho es que para poder entrar en el juego con opciones de ganar tienes que caer al menos en una de las dos.
    Ya sé que sigo poniendo la nota negativa en los comentarios, pero la experiencia me está marcando eso... y no me sirve de nada tener como cliente a una gran empresa que cotiza en bolsa, si sólo la diferencia de mi precio con el de otras empresas de arqueología es suficiente para tirar por tierra una licitación a pesar de tener la mejor oferta técnica.
    --
    La solución a largo plazo ya dije el otro día que no es otra que la educación, tanto nuestra como de nuestros clientes. Si todos valorásemos realmente el patrimonio, no haríamos tonterías.
    Otra pieza clave que no recuerdo si comenté, es el colectivo. Y curiosamente tenemos un colectivo totalmente desunido que no permite avanzar en soluciones comunes. Y es que como colectivo, o vamos todos de la mano, o la única opción es mano dura (a base de denuncias) con todos aquellos que incumplan las normas básicas del juego. Y ni siquiera la ley nos respalda...

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  2. Gracias, Jaime, por responder aquí. Siempre ayuda. Se que lo que propongo no es una receta mágica, y a veces hay clientes que solo ven el precio (sobrevaloramos a veces a los clientes, pensando que siempre aciertan en sus decisiones).
    En todo caso, que haya gente que presupueste lo mismo por un 60% o un 40% menos (Cosa habitual, no eres el primero que me lo comenta), para mí tiene varias lecturas:
    • El que oferta con esa bajada se va a pillar los dedos. Ha presupuestado mal y lo pagará. Tranquilo, se paga. Hay un montón de empresas cerrando, y en parte es por eso.
    • O bien, como tu bien dices, va a sacrificar calidad en el trabajo, Esa es otra cosa que hay que arreglar. La administración que traga con todo y los mínimos de calidad que son muy mínimos. Otro tema a debate. O va a subcontratar (o autoemplearse) explotando/se, para poder sacar algo de beneficio. He visto ejemplos de ambas situaciones, y algunos ya no existen. Normalmente es pan para hoy y hambre para mañana. Claro que a ti te han quitado el trabajo (el daño está hecho). No es consuelo, ni digo que haya que aceptarlo, pero es algo que ocurre en todos los sectores. Yo he visto contratos de más de cien mil euros gestionados por un becario que cobra 400 € al mes. Obviamente para mi eso está mal.
    Me gusta analiza otro factor más. ¿Hay alguna otra causa?. Cuando pierdo un contrato suelo preguntarme ¿Por qué este ha podido hacerlo mejor, o más barato, o más rápido que yo?. Para mi, responder a eso es vital. ¿Tiene más experiencia que yo en ese campo?¿reduce costes porque está en la misma ciudad? ¿ha hecho antes otro trabajo muy parecido, y eso le permite reducir costes?. La respuesta me dirá donde debo mejorar. Porque si alguien puede hacer el mismo trabajo más barato, necesito saber como, porque puede que yo no esté siendo competitivo. Me temo que he visto a muchos arqueólogos trabajar de formas muy ineficientes, haciendo trabajos a mano, cuando podrían automatizarse, negarse a usar aplicaciones informáticas (porque yo trabajo así), seguir empeñados en “mi” sistema de registro (con el que tardo tres veces más), y luego pretender que todo eso lo pague el cliente.
    Yo necesito saber que mi trabajo es eficiente. Luego yo pondré mis límites, como haces tu (estudiar, proteger y divulgar), y si la causa es que va a contratar infraempleo, o que se que va a sacrificar la calidad del trabajo, pues vale, se que pierdo por mis límites (Puede que gane más el que tiene menos escrúpulos, pero no estamos en esto solo por dinero ¿no?. Desde luego si fuera sí, yo no estaría. Hay formas mejores de ganar dinero que la Arqueología, aunque evidentemente, también hay que vivir).
    No considero que pongas siempre la nota negativa, sino más bien la de la experiencia en la realidad, que hoy no es fácil. En lo del colectivo, completamente de acuerdo, no es muy colaborativo, ni dado a trabajar en conjunto o a defender la profesión. Esa ausencia de mentalidad win-win, es un lastre importante en el sector. Y debiera ser motivo de reflexión. En parte causa una falta de dinamismo.
    Yo sigo viendo dos vías en paralelo. A largo, como tu planteas, la educación y concienciación, como en el medio ambiente o el reciclaje. Y esto debe partir también de las empresas de Arqueología.
    A corto y medio, el equilibrio oferta-demanda (me temo que tendrán que desaparecer muchas empresas, Creo que son demasiadas 273 más los autónomos para un mercado de alrededor de 35 M €), y para las que permanezcan:
    • Mejorar en temas empresariales y comerciales
    • Nuevos modelos de negocio
    • Eficiencia en las formas de trabajar
    • Mayor apertura y colaboración con otros

    No digo que sea fácil ni rápido, pero me niego a pensar que esto no puede mejorar. Creo que la Arqueología comercial hace mucho por el patrimonio, y se puede hacer todavía mucho en áreas como la Arqueología Pública, como tu bien sabes.
    En fin, igual es que me niego a ver la realidad, pero como dice la canción “La única causa perdida, es la que se abandona…”

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